El aire en el ambiente era pesado y oscuro, Parecía un gas venenoso al momento de respirarlo,
las paredes de mi entorno empezaron a perder tamaño a una velocidad extraordinaria..,
ya mi alma sobria sentía desfortunio pero el espacio era muy grande,
y mi aplastante final era un caracol en su arribar; me daba tiempo suficiente para pensar en ella y extrañarla.
El martirio nunca fue tan excelso con su rostro en mi cerebro... me asfixiaba lentamente con una sonrisa esperanzada.
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