jueves, 16 de enero de 2014

Gregorium 11:45

Desperte con el sentimiento de que era dueño del nuevo dia, no tuve que agradecerle nada a nadie, mas que a mi mismo de aquel majestuoso acontecimiento; sentia que lo merecia.
No habia inprudencia alguna, temor alguno ya que yo era el unico dios que existia.
El pecado estaba echo para los debiles, asi que tuve que compartir mis poderes; mas bien era una lastima incondicional.
Entonces toda nuestra luz brillo cubriendo este superficial globo azul hasta quedarme dormido como un vagabundo...




No hay comentarios:

Publicar un comentario